MANIFIESTO POÉTICO
LA POESÍA COMO INSTRUMENTO DE LA VERDAD
II
De la poesía, la belleza y el arte como instrumento.
El poeta como soldado
11. Ya no hay belleza más que en la lucha de clases, ni obras maestras que no tengan un carácter agresivo, es decir, subversivo, revolucionario. La poesía debe ser un violento asalto contra las fuerzas enemigas para hacerlas rendirse ante el hombre liberado.
12. No tenemos inconveniente en repetir que el esplendor del mundo se ha enriquecido con una nueva belleza, la belleza de la acción política de las masas, de la militancia obrera, del clasismo.
13. La internacional marxista, Estado mayor del proletariado, con sus cuadros dirigentes que se dirían tribunos modernos de aliento explosivo... Una Internacional marxista, que parece condensar sobre sí la velocidad de los siglos, es más hermosa que la Victoria de Samotracia.
14. Hoy la originalidad ha perdido toda sustancia. Una preocupación ociosa del arte en decadencia. La innovación ha sido capturada por el mercado. Es necesario reemplazar las formas sinuosas y ondulantes del devaneo interpretativo por la unidad estética del arte como instrumento.
15. Las Vanguardias, en general, y el Surrealismo en particular, han expandido de manera creativa las fronteras del arte burgués hasta su último reducto. El florecimiento de su espíritu ha tocado, en lo esencial, a su fin. A lo menos, sus raíces están secas. La tendencia general es la podredumbre. Nuestro horizonte será, por lo tanto, la reinterpretación creativa de todo lo existente, las más bellas flores de la miseria.
16. El arte debe volver a los clásicos. Reemplazar la figura del "librecreador" por la del soldado al servicio de una causa totalizante. Encadenar el arte a la política, hasta hacerlo escupir todo resabio de independencia. ¡Esa es la consigna!
17. Nuestra poesía es un arma. Forma parte del arsenal de guerra del movimiento obrero. Sus versos contienen una cadencia metálica, filosa como un cuchillo que desgarra la conciencia y la estremece. Su ritmo es el de un golpeteo constante, asemeja el sonido de un martillo que se estrella contra el muro de la moral burguesa para hacerla añicos.
18. Buscamos reivindicar la oratoria, el verso grandilocuente y mayestático, la tensión trágica, formas propias del discurso de todos los vencedores de la historia, y que deben ser puestas al servicio de nuestra clase. Somos proclives al canto épico, a la exaltación poética de la gesta proletaria.
19. Los símbolos heráldicos de nuestra poesía serán la guadaña de la igualdad; la guillotina jacobina, la pica y el gorro frigio sans-culotte, la hoz y el martillo soviético, la metralla y el poderío militar de los estados proletarios. Nuestra poesía aboga por el armamento nuclear de las masas insurrectas.
19. Los símbolos heráldicos de nuestra poesía serán la guadaña de la igualdad; la guillotina jacobina, la pica y el gorro frigio sans-culotte, la hoz y el martillo soviético, la metralla y el poderío militar de los estados proletarios. Nuestra poesía aboga por el armamento nuclear de las masas insurrectas.
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