La Predica
Y si hoy los pueblos del mundo cargan sobre sí con la calamidad más espantosa
Y si la miseria y el hambre triunfan por cada rincón conviviendo con la más asquerosa opulencia
Entonces,
yo os digo
Antes que el derecho a la vida
¡El dominio de la muerte!
¡Redención!
Antes que el valor de la paz
¡El imperio de la guerra!
¡Conquista!
Y si hoy tan solo unos cuantos cerdos se solazan con la abundancia
Y si no existen los derechos del hombre más que para una minoría en decadencia
Entonces,
yo os digo
¡Desastre!
¡Barred con todo!
Que el odio acabe ya con todo entendimiento,
que la fraternidad sea acallada por la más enconada virulencia
¡Escuchad!
Escuchad hermanos la belicosidad destructora del nuevo verbo de la creación,
la gracia de la praxis vengadora que se derrama sobre vosotros
Yo que soy la voz de quienes el rico pisotea para eternizar su molicie,
yo que habito entre los más humillados de entre los hombres
Yo vuestro tribuno,
os digo
¡A la hoguera!
¡A la hoguera con todas las vanidades de un mundo miserable!
¡Que ardan las costumbres depravadas de una clase social que declina!
En vuestras bocas rabiosas revivirán ya los fundamentos,
la potencia creadora de los principios del feroz advenimiento
¡Atended, hermanos!
¡Atended!
¡Derribad ya las columnas del mito enajenante!
Expiad con furia vengadora las culpas de la gran babilonia moderna
Arremeted valientes contra el viejo ordenamiento de las sociedades