lunes, 16 de enero de 2012

MANIFIESTO POÉTICO
LA POESÍA COMO INSTRUMENTO DE LA VERDAD

VIII
Exhortativo final y diálogo


Para terminar, repetimos nuevamente, con fuerza arrolladora: Puesto que la literatura ha puesto especial énfasis en glorificar hasta hoy la inmovilidad pensativa, el éxtasis y el sueño, la esperanza ciega en el pausado evolucionar del hombre, defendemos el valor de la audacia y la velocidad, la manipulación creadora del tiempo, la intervención político-artística del espacio, la imitación y exaltación de las maquinas en su polifonía productiva, el valor de la agresividad y la tecnología, el placer sublime de la conquista…

De esta manera, después de más de un siglo, volvemos a lanzar desde el seno de nuestra clase este manifiesto de violencia arrebatadora e incendiaria, basado en el cual refundamos hoy las líneas rectoras de este movimiento.

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Cabe aquí reproducir nuestros reclamos contra el primer futurista y sus descargos:


Nosotros: Marinetti, te interpelamos desde nuestro tiempo… Tú que abriste los horizontes de una belleza nueva, implicando en ella la velocidad y el movimiento agresivo de esta era. Tú que alabaste la danza del maquinismo y su febril velocidad… Tú, padre de todas las vanguardias, que fuiste incluso capaz de rebasar con tu influencia las propias barreras de tu fe nefasta, determinando con tu temeridad el curso creador del gran poeta de Octubre…


A ti
Os damos tu última oportunidad
¡Excúsate de tus delirios o condénate!


Marinetti: Queremos glorificar la guerra, única higiene del mundo, el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los anarquistas, las bellas ideas que matan y el desprecio a la mujer… Queremos demoler los museos, las bibliotecas, combatir el moralismo, el feminismo y todas las cobardías oportunistas y utilitarias…


Nosotros: Marinetti, te interpelamos desde nuestro tiempo… Tú que abriste los horizontes de lo imposible, arrebatando la égida de las manos de la tradición para entregárnosla. Tú que alabaste la audacia de nuestro género en su último arrebato contra los dioses. Tú, gran destructor, padre del siglo XX y su virtud enloquecida, antípoda supremo…


A ti
Os damos tu última oportunidad
¡Excúsate de tus culpas o condénate!


Marinetti: ...Y la fuerte y sana injusticia estallará radiosamente en sus ojos. Y estará bien. Porque el arte no puede ser más que violencia, injusticia y crueldad […]


¡Miradnos! ¡No estamos sofocados! ¡Nuestro corazón no siente la más ligera fatiga! ¡Está nutrido de fuego, de valor y de velocidad! ¿Esto os asombra? ¡Es que vosotros no os acordáis de haber vencido nunca! ¡En pie sobre la cima del mundo arrojamos nuestro reto a las estrellas!


¿Vuestras objeciones? ¡Basta! ¡Basta! ¡Las conocemos! ¡Son las consabidas! ¡Pero estamos bien cerciorados de lo que nuestra bella y falsa inteligencia nos afirma! Nosotros no somos -decís- más que el resumen y la prolongación de nuestros antepasados. ¡Puede ser! ¡Sea! ¿Y qué importa? ¡Es que nosotros no queremos escuchar! ¡Guardaros de repetir vuestras infames palabras! ¡Levantad, más bien, la cabeza!


¡En pie sobre la cima del mundo lanzamos una vez más el reto a las estrellas!

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